Cuando camines por las calles de Nueva York, probablemente, te sientas asombrado por sus rascacielos, los coches, los luminosos de Times Square o esos tubos de vapor que tanto has visto en las películas… Nueva York es una ciudad que asombra y fascina por igual. Pero hoy queremos invitarte a “salir” un poco de los límites de Manhattan para, precisamente, disfrutar de una de las estampas más bonitas de la propia ciudad: su skyline, con esa silueta que han formado los edificios más conocidos del país.
Salir de la isla de Manhattan para buscar las mejores vistas del imponente skyline que dibuja Nueva York es algo que debes hacer sí o sí. Podríamos decirte que, si es al atardecer, mejor aún, pero, si no puedes porque a esa hora te pille en otro lugar o en otro de los muchos planes que ofrece la ciudad, no pasa nada, cualquier momento del día es bueno para disfrutar de la imponente vista de Manhattan. Eso sí, mejor que sea un día despejado, para que la experiencia sea más satisfactoria.
Ahora bien… ¿Cuál es el mejor lugar para ver el skyline de Manhattan? Vamos a darte algunas sugerencias.
Dumbo: En el barrio de Dumbo, en Brooklyn, se encuentra, entre los puentes de Brooklyn y Manhattan, la Pebble Beach, una pequeña playa rodeada de zonas verdes que se ha convertido en uno de los lugares más icónicos para disfrutar la vista de la ciudad.
Isla de Roosevelt: Muy cerca de Manhattan, a tan sólo 10 minutos en funicular (aunque también puedes llegar en metro), se encuentra la Isla de Roosevelt. Además de poder dar un paseo por sus parques, podrás disfrutar de un precioso skyline no sólo de Manhattan sino también, al otro lado, del barrio de Queens, con un icónico cartel del logo clásico de Pepsi.
Hoboken: Te proponemos ahora coger el Path y “viajar” al estado de Nueva Jersey. A tan sólo 15 minutos de Nueva York te encontrarás en Hoboken, perteneciente ya a otro estado pero que, por cercanía a la gran manzana, es casi casi una extensión de ella. De hecho, allí viven muchos de los trabajadores que cada día llegan a Manhattan. Pues bien, desde Hoboken tendrás unas vistas increíbles de la ciudad y, además, lo harás desde un lado poco explorado normalmente, el oeste.
Staten Island: Viajar a Staten Island es algo que todos los turistas suelen hacer. Lo hacen para algo en concreto: “saludar” a la Estatua de la Libertad ya que el ferry pasa cerca. Es un barco gratuito y, lo típico, es cogerlo, ver de paso a la señorita Libertad, y coger el ferry de vuelta. Sin embargo, la isla merece una parada, no sólo porque tiene interesantes atractivos si no porque, además, ofrece unas bonitas vistas de Manhattan. En realidad, ya te darás cuenta de ello en el mismo ferry, pero desde la isla podrás observarlo con calma.
Isla Governors: Mucho más cerca que Staten Island, a apenas 7 minutos en ferry, se encuentra Governos Island. Este pequeño islote es en realidad un gran parque que suele llenarse de neoyorquinos con sus bicis o con sus familias para pasar el día en sus parques. Ofrece unas vistas similares a las que se ven desde Staten Island pero, claro, mucho más cercanas. Merece la pena.
Como último consejo, comentarte que, cada vez que cojas un ferry, vaya donde vaya, o cojas uno de esos metros que atraviesa por la superficie alguno de los puentes de la ciudad, des media vuelta a tu mirada porque ahí estará Manhattan siempre presente.
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